Accionables para reducir tu carga tóxica

Tips prácticos para comenzar a disminuir tu carga tóxica desde hoy

Accionables para reducir tu carga tóxica

¿Sabías que desde 1974 la Organización Mundial de la Salud reconoció que el 84% de las enfermedades crónicas están relacionadas con exposición a toxinas?

Para nuestro organismo, tener una carga tóxica alta es como estar cargando bultos pesados todo el tiempo. Y esto se manifiesta en síntomas, malestares y enfermedades. 

¿QUÉ ES LA CARGA TÓXICA?

Es la acumulación de toxinas en el cuerpo —provenientes del aire que respiro, de lo que me unto, de lo que como y bebo, del alcohol, de fármacos, del estrés, de implantes en el cuerpo, de humedades en la casa, etc…

Estas son 15 fuentes comunes de toxinas que puedes empezar a eliminar de tu vida para reducir tu carga tóxica. 

Si leer la lista completa te inquieta, mejor elige una sola cosa para iniciar. La más fácil. 

Al retirar una sola toxina de tu vida, ya estás disminuyendo tu carga tóxica.

  1. Comida que no es comida
    Si eso que vas a comer viene en un paquete y dura meses en el anaquel sin echarse a perder, probablemente no debería llamarse comida.
    Los alimentos procesados tienen decenas de químicos tóxicos: conservadores, colorantes, saborizantes, texturizadores, endulzantes, etc.
    Este accionable puede hacer una gran diferencia en tu salud. Cambia poco a poco todos los alimentos procesados por alimentos en su forma natural: elige verduras frescas en lugar de verduras en lata, caldo de pollo real en lugar de cubitos o concentrados, carne de libre pastoreo en lugar de jamón comercial, yogur hecho en casa en lugar de yogur comercial, pan de granos enteros y masa madre en lugar de pan comercial, frutas en lugar de dulces comerciales… Aquí hay más tips para que tu alimentación sea antiinflamatoria.

  2. Alcohol
    Al reducirlo lo más que puedas le das un descanso a tu hígado, el órgano maestro de la desintoxicación.

  3. Cigarro y vaping
    Cada vez que fumas un cigarro (o que alguien cerca de ti fuma), te expones a más de 7 mil sustancias químicas como nicotina, plomo y arsénico, que provocan daños irreversibles a tus riñones, sistema nervioso y cerebro.
    Al vapear también estás expuesto a sustancias tóxicas como la nicotina, que provoca daños en tu cerebro y empeora ansiedad y depresión. Además, existe evidencia de que el vapeo puede causar disfunción sexual en los hombres. Otros riesgos son: trastornos del sueño, exposición a sustancias cancerígenas, bronquitis crónica y daño en los pulmones.

  4. Plásticos y BPA
    Por ejemplo: botellas de agua, tickets de compra, recipientes de comida, bolsas de plástico para alimentos, latas, tetrapak, utensilios de cocina y hasta ropa.
    Muchas de las toxinas que contienen están relacionadas con desórdenes hormonales y con aumento del riesgo de cáncer. Y ciertos tipos de tóxicos son muy difíciles de eliminar del cuerpo, por lo que se conocen como “químicos eternos”. Aquí hay tips para reducir toxinas en la cocina.

  5. Exceso de azúcares, fructosa, endulzantes artificiales
    Una persona promedio consume hasta 20 cucharaditas de azúcar cada día - ocultas en bebidas, comida rápida, cereales, aderezos… en especial en forma de fructosa, que es un ingrediente artificial aislado que se utiliza en muchos alimentos procesados.
    Sabemos que este exceso de azúcar daña el hígado y es altamente inflamatoria.
    Y también sabemos que los endulzantes artificiales —como sucralosa, aspartame, acesulfame— son tóxicos para nuestro organismo.
    ¿Qué puedes usar para endulzar?
    La primera opción son frutas, como dátiles, plátanos, pasas…
    La segunda opción son endulzantes naturales como miel de abeja local y miel de maple orgánica.
    Y la opción para quienes están cuidando sus niveles de insulina son endulzantes naturales como estevia (en hoja verde) o fruto del monje (sin aditivos).

  6. Plásticos dentro del cuerpo. Ejemplo: implantes
    Los implantes liberan partículas dentro del cuerpo y muchas veces provocan síntomas de intoxicación como ansiedad, fatiga, enfermedades autoinmunes, linfoma, temas de fertilidad y mayor envejecimiento. Puedes leer más aquí.

  7. Metales dentro del cuerpo. Ejemplo: tornillos, placas, amalgamas dentales, alimentos
    Estos metales que se introducen al cuerpo pueden provocar síntomas de toxicidad a lo largo de los años. Los síntomas pueden ser distintos, pues la reacción del organismo cambia según la carga tóxica que tenga. Es ideal evitar que se introduzcan implantes metálicos al cuerpo en trabajos dentales y cirugías.
    Otras fuentes de metales pesados son: 
  1. Maquillaje
  2. Desodorante comercial
  3. Barniz de uñas
  4. Gotas para ojos
  5. Pasta dental
  6. Arroz y harina de arroz
  7. Sartenes y cubiertos de aluminio, papel aluminio
  8. Polvo para hornear
  9. Pescados de talla grande o de mares contaminados 
  10. Insecticidas

  1. Moho
    Es una toxina que no tenemos en la mira, pero muy común.
    Es frecuente en los lugares en donde hay humedad, como la cocina, ductos de aire acondicionado, el sótano, muros que dan al exterior, techos sin impermeabilizar…
    También es frecuente en alimentos como café, arroz, frutos secos, nueces, alcohol, maíz…
    Para prevenirlo, lo ideal es atender cualquier fuente de humedad en la casa y elegir alimentos orgánicos. Aquí puedes leer más.

  2. Estreñimiento
    Cuando una persona no va al baño a evacuar al menos una vez por día, esos desechos permanecen en su cuerpo y no pueden eliminarse. Es una fuente de toxicidad importante que debe atenderse cuanto antes. Aquí hay alternativas naturales que pueden ayudar, y este curso corto tiene la información que necesitas para mejorar tu evacuación: No puedo ir al baño y eso no es normal.

  3. Inflamación crónica en el cuerpo
    Todo lo que termina en “itis” es señal de inflamación crónica: colitis, rinitis, dermatitis, tiroiditis, gastritis, artritis..
    La inflamación crónica es dañina para el cuerpo y es una fuente de toxicidad. Es la antesala del envejecimiento y de muchas enfermedades. Por eso hay que atenderla, en lugar de asumir que no podemos hacer nada para mejorar o simplemente tomar medicamentos. Contáctanos para apoyarte si quieres atender un tema específico.

  4. Aromatizantes y aromas fuertes
    Cuando detectes un aroma fuerte (excepto en alimentos naturales), ¡es probable que haya toxinas! Por ejemplo:
    Al cargar gasolina, evita olerla
    Al pintar una pared, abre ventanas y no respires el aroma
    Al comprar un auto que huele a nuevo: ventílalo
    Al comprar detergentes y suavizantes para ropa: evita los que tienen fragancias
    Al comprar velas aromáticas, aromatizantes para la casa: cámbialos por opciones naturales.
    Al usar perfume: no lo rocíes sobre tu piel, mejor sobre la ropa. Si puedes cambiarlo por opción natural, mucho mejor.
    Cuando la lista de ingredientes dice “fragancia”, puede esconder decenas de químicos tóxicos que la ley no obliga a declarar. Por eso es mejor buscar opciones naturales, como los aceites esenciales puros y de alta calidad.

  5. Productos de higiene personal
    Lo que untamos en nuestra piel puede llegar a nuestro torrente sanguíneo en segundos.
    Por eso se dice que la piel es nuestra boca más grande.
    Y las cremas y cosméticos comerciales están llenos de tóxicos que muchas veces ni siquiera aparecen en la lista de ingredientes, desde metales pesados hasta petroquímicos y colorantes artificiales.
    Cada vez es más fácil encontrar buenos productos con ingredientes naturales: shampoo sólido, jabón, pasta dental natural, cremas, aceites, maquillaje, bloqueador solar mineral, etc. ¡Todo vale la pena! Aquí puedes leer cuáles son los ingredientes que conviene evitar.

  6. Productos de limpieza
    Las personas que se dedican a la limpieza profesionalmente pueden tener la función pulmonar tan deteriorada como si fumaran un paquete de cigarros al día.
    Esto es por la exposición constante (a través de la piel y de la respiración) a las toxinas de los limpiadores comerciales.
    Para reducir esta toxicidad, es ideal usar limpiadores hechos en casa (a base de vinagre blanco, bicarbonato, cítricos y jabón neutro). Puedes ver recetas aquí. También es recomendable elegir productos menos agresivos o diluirlos y reducir la cantidad de productos que utilizas, además de usar guantes y ventilar muy bien los espacios.

  7. Grasas artificiales
    ¿Cocinas con aceite de canola, maíz, soya, algodón, cártamo, margarina, manteca vegetal?
    Estas grasas son altamente procesadas, pasan por procesos químicos muy intensivos que las hacen tóxicas para nuestro organismo. Son algunos de los productos más dañinos que puedes tener en tu alacena. Te recomendamos cocinar con aceite de coco, aceite de aguacate, ghee, aceite de ajonjolí o grasa de res, de ganso, de pato o de cerdo (siempre orgánica). Para aderezar puedes usar aceite de oliva, aceite de semilla de uva, etc. Aquí puedes leer más acerca de cada uno, para qué se usan y cómo cuidarlos.

  8. Exceso de fármacos
    ¿Tomas medicamentos todos los días o con mucha frecuencia?
    Por ejemplo: pastillas anticonceptivas, parches anticonceptivos, pastillas para el dolor de cabeza, antiácidos, medicamentos para la indigestión…
    Los fármacos alteran las funciones celulares. Cuando se toman en exceso, el grado de toxicidad puede ser alto. Si está en tus manos reducir medicamentos que no sean indispensables, vale la pena. Puedes contactarnos para ofrecerte suplementos naturales que ayuden a tu cuerpo a funcionar mejor y así depender menos de los fármacos. Siempre consulta con tu médico antes de retirar o disminuir un fármaco recetado.

Recuerda iniciar por lo más fácil, ¡no trates de cambiar todo a la vez!

Cada pequeño cambio que hagas es un regalo para tu cuerpo.

Además, puedes usar estas apps gratuitas para investigar productos específicos: 

  • Good Guide
  • Think Dirty
  • Detox Me
  • Non-GMO Project Shopping Guide
  • EWG’s Healthy Living