Las mito… ¿qué?
Aunque aún se habla poco de ellas, las mitocondrias son la pieza clave para la energía de nuestro cuerpo. Son como fábricas de energía pequeñísimas y en cada célula hay cientos o miles de ellas. Los órganos más activos (como el corazón, el cerebro, los ojos, el hígado y los músculos) tienen mucho mayor concentración de mitocondrias. En total, tenemos más de 100,000 trillones de mitocondrias en nuestro cuerpo.
Ellas producen aproximadamente el 90% de la energía de cada célula, a partir de insumos como los alimentos que comemos y el oxígeno que respiramos.
¿Y cómo es esa energía? No son calorías, pues nuestro cuerpo no funciona con calorías. La energía que producen es una molécula llamada ATP, (adenosín trifosfato). Cada mitocondria tiene alrededor de 17,000 “líneas de ensamblaje” para producir ATP.
Las moléculas de ATP son como el dólar: una célula que tiene una excelente producción de ATP, tiene una buena economía.
Igual que un hogar con buena economía, la célula tendrá recursos para todos los procesos del cuerpo: hacer crecer el cabello, sanar tejidos, reparar los que estén envejeciendo, producir hormonas, activar defensas, etc.
Todas las actividades de nuestro organismo dependen de esta economía de ATP. Por eso a todos nos interesa tener una economía magnífica en cada célula, y eso depende de qué tan bien estén operando nuestras mitocondrias.
En las culturas antiguas se reconocía la importancia de la energía vital de cada ser humano (el chi, el prana). Hoy sabemos que esa energía se produce en las mitocondrias, que son la clave de nuestro metabolismo.
¿Y cómo podemos cuidar a las mitocondrias?
Las mitocondrias son organelos muy poderosos, pero también son muy sensibles a nuestro ambiente y en especial al estrés oxidativo. El proceso que ocurre en los metales cuando se oxidan o cuando cortamos una manzana y la exponemos al aire, también está ocurriendo en nuestras células. Por ejemplo, las arrugas que se forman en nuestra piel es una consecuencia del estrés oxidativo en nuestras células y en especial en nuestras mitocondrias.
Con la edad, nuestras mitocondrias van produciendo menos ATP y esto corresponde al proceso de envejecimiento de nuestro cuerpo. Pero hay factores en nuestro estilo de vida que aceleran este proceso de envejecimiento, como el estrés, la falta de sueño, el aire contaminado o una alimentación de mala calidad.
Cuando hay un problema en las mitocondrias, la primera señal es la falta de energía. Pero todas las células del cuerpo funcionan con el dólar que producen las mitocondrias, el ATP. Por eso cuando el ATP es insuficiente, siempre se manifiesta en la salud de la persona: envejece más rápido, tiene dolores, tarda mucho en recuperarse, puede fallar su sistema inmune, puede tener dificultades para aprender o concentrarse, sentir ansiedad o déficit de atención, puede desarrollar cáncer, diabetes, fibromialgia o desórdenes mentales, por ejemplo.
Por otra parte, sabemos que las mitocondrias se heredan de la madre. Es un linaje que se transmite a través de las mujeres. ¡Es una gran oportunidad para tomar conciencia de esta responsabilidad y heredar salud! Puedes aprender a fondo en nuestro curso para mamás “Cultivando salud en tu familia: cambiando las estadísticas de salud” y en nuestro Curso Tiroides.
Para cuidar a las mitocondrias, hay que reducir el estrés oxidativo y darles los insumos que necesitan.
Hay suplementos que ayudan a proteger y potenciar las mitocondrias. En Beboon nuestros favoritos son estos y son aptos para toda la familia:
MITO ENERGY: un multivitamínico para las mitocondrias que ayuda a aumentar la vitalidad, la función muscular y el desempeño mental.
METABOLIC ENERGY: contiene carnitina pura de alta concentración que ayuda a convertir las grasas en energía para tener mayor rendimiento, reducir riesgos cardiovasculares y ayudar a quemar grasa.
BE CLEAN: un compuesto de magnesio de muy alta absorción y fuente pura de minerales que apoyan a las mitocondrias y ayudan a aliviar el estreñimiento, la hipertensión, el insomnio y los cálculos renales.
PROBIÓTICOS: sabemos que en nuestro cuerpo viven trillones de microorganismos y ellos interactúan muy de cerca con nuestras mitocondrias. Por eso al apoyar a nuestra microbiota con probióticos también estamos apoyando a las mitocondrias.
Además de apoyar a nuestras mitocondrias con suplementos como estos, es esencial reducir el estrés oxidativo. Este tipo de estrés se produce cuando nuestro cuerpo está expuesto a toxinas, por ejemplo:
Toxinas que vienen de afuera:
- Las que respiramos en una ciudad contaminada o en una casa que nunca se ventila. El aire dentro de la casa puede ser mucho más tóxico que el de afuera, pues habrá más partículas volátiles tóxicas que vienen de productos de limpieza, recubrimientos de los muebles, ambientadores, humo de cigarro o de la estufa, perfumes, etc.
- Las que nos untamos en la piel. Una parte de las substancias que usamos puede tardar 17 segundos en llegar al torrente sanguíneo. Y muchos de nuestros productos (como cremas, jabones, maquillaje, etc.) tiene grandes cantidades de toxinas.
Ojo en especial con los productos antibacteriales. Sabemos que las mitocondrias surgieron cuando una bacteria antigua se insertó dentro de una célula, así que su origen es parcialmente bacteriano y por lo tanto los antibacteriales son agresivos para ellas. - Las que nos comemos. Muchos fármacos son tóxicos para las mitocondrias, en especial los antibióticos. Y en donde más se usan antibióticos… es en la agricultura. Es recomendable evitar los alimentos con antibióticos, como la carne no orgánica y la leche. Además, las frutas y verduras no orgánicas tienen residuos de pesticidas, fertilizantes y herbicidas que también son dañinos para nuestras mitocondrias.
- Las que vienen del agua contaminada. Es importante tener un buen filtro de agua en casa.
Toxinas que nuestro cuerpo produce:
- Cada vez que comemos de más o que exageramos en el consumo de azúcar o carbohidratos de la industria, se produce estrés oxidativo en nuestro cuerpo. Se generan radicales libres que agreden a nuestras mitocondrias. Es la causa más común de estrés oxidativo provocado internamente.
- Cuando comemos grasas vegetales de la industria como aceite de maíz, de soya o de canola. Son derivados del petróleo y al ingerirlos nuestro cuerpo produce más radicales libres que intoxican nuestras mitocondrias.
- Cuando tenemos infecciones digestivas crónicas.
- Cuando se acumulan metales pesados en nuestro organismo.
- Cuando estamos expuestos al moho (en ambientes húmedos, con esporas de moho o micotoxinas) y se desencadena una producción interna de toxinas que intoxica constantemente a nuestras mitocondrias y reduce el ATP.
Toxinas electromagnéticas:
- Al estar en contacto con electrónicos como el celular y la computadora. Nuestras mitocondrias son altamente sensibles a la contaminación electromagnética. Para contrarrestarla, podemos recibir más la luz natural del sol y estar más cerca de la tierra y la naturaleza. Es ideal usar más luz natural y menos luz artificial, exponernos al sol unos minutos todos los días y dormir en oscuridad total. Una vez que oscurece, es recomendable no usar pantallas electrónicas, porque añadimos estrés oxidativo a nuestras mitocondrias.
- Las tecnologías 3G, 4G, 5G son campos electromagnéticos que alteran dramáticamente la fuerza de las mitocondrias. Entre más lejos estén los aparatos de nuestro cuerpo, menos afectamos a las mitocondrias. Por eso es importante no llevar el celular cerca del cuerpo ni dormir cerca de él, retirar aparatos electrónicos de tu habitación, usar audífonos al tomar llamadas, etc.
Entre más cerca estemos de la naturaleza y de la manera en que nuestro cuerpo funciona en su hábitat natural, mejor estarán nuestras mitocondrias.
Por eso les hace tan bien el ejercicio, las verduras orgánicas llenas de nutrientes, las grasas saludables, recuperarse del estrés (con buena calidad de sueño, meditación, sauna, acupuntura, ejercicios de respiración, masajes) y practicar el ayuno nocturno. Otra estrategia para apoyarlas es la exposición breve al frío (por ejemplo, al entrar a la regadera con agua fría durante 20 o 30 segundos).
¡Las mitocondrias son esenciales para tener la vitalidad y la salud que todos queremos! Puedes aprender mucho más acerca de cómo cuidarlas en nuestros cursos en línea.