Los caldos de huesos apoyan el sistema inmune

Conoce de qué manera el caldo de hueso puede apoyar tu sistema inmune, tu sistema digestivo y mucho más!!!!

Los caldos de huesos apoyan el sistema inmune

Si alguien te preguntara en qué parte del cuerpo está tu sistema inmune, ¿qué responderías?

Claro, el sistema inmune está repartido por todo el cuerpo.

Pero el 70% de las células inmunes sí viven en una zona específica: en el intestino.

¿Lo sabías?

Además, comparten ese hogar con… los TRILLONES de microorganismos (en especial bacterias) que conforman la microbiota.

Es un hogar muy concurrido y por eso es tan importante mantenerlo en equilibrio. 

Por otra parte, el intestino también está involucrado en procesar los alimentos, absorber los nutrientes, mantener las toxinas fuera, producir nutrientes…

Y la microbiota participa al fabricar vitaminas, fabricar neurotransmisores como la serotonina, ayudar a defendernos de patógenos, ayudarnos a digerir lo que no podemos digerir… 

Esto significa que la salud del intestino impacta en la salud de todo el organismo. 

Queremos que el intestino esté en su mejor forma y súper saludable, porque es uno de los fundamentos para que el resto de nuestro cuerpo esté muy saludable también, en especial el sistema inmune.

Un alimento con gran afinidad por el intestino es el caldo de huesos.

Tiene nutrientes que son difíciles de encontrar en otros alimentos, en especial nutrientes de la familia del colágeno y los aminoácidos. Estos nutrientes llegan al caldo porque se utilizan huesos y piezas de carne que incluyen tendones, ligamentos, cartílago y tuétano — que tienen un perfil nutricional muy distinto que los cortes de carne magra (músculo) que consume la mayoría de las personas. 

¿Cómo ayuda el caldo de huesos?

El caldo de huesos tiene nutrientes específicos —como gelatina de colágeno, glicina y prolina— que ayudan a reparar el recubrimiento intestinal.

Este recubrimiento es bastante impresionante:

  • Su grosor es de una sola célula
  • Su superficie es de alrededor de 300 metros cuadrados
  • Puede renovarse por completo cada 2 o 3 semanas
  • Juega un papel crucial: deja pasar al torrente sanguíneo los nutrientes que nuestro cuerpo obtuvo de la comida, pero debe impedir la entrada a toxinas, agresores, virus, bacterias y moléculas no digeridas

Es decir que es una barrera delgadísima, pero de ella depende que entre a nuestro cuerpo sólo lo que nos hace bien y que se quede fuera lo que nos hace mal. Es como una frontera, y queremos que esté funcionando de forma increíble —por eso es una buena noticia que se regenere cada 2 o 3 semanas. Si en esas 2 o 3 semanas le damos el material que necesita para repararse (y que sea de buenísima calidad), ayudamos a que funcione muy bien.

La glicina, la prolina y la gelatina de colágeno del caldo de huesos son algunos de los materiales favoritos de nuestro cuerpo para nutrir esa barrera intestinal y para repararla si tiene “huecos” más grandes de lo usual —una condición que se conoce como “intestino permeable” y que está en la raíz de muchas alergias y temas autoinmunes, como artritis, tiroiditis, diabetes tipo 1, esclerosis múltiple, colitis, etc.

Además, los nutrientes del caldo de huesos:

  • Ayudan a reducir la inflamación —que dificulta el funcionamiento intestinal y también afecta a la microbiota
  • Ayudan a regular el sistema inmune para que pueda combatir infecciones sin provocar inflamación excesiva
  • Ayuda a fortalecer la digestión porque apoya la producción de ácidos gástricos y promueve la reparación de la capa protectora del estómago 
  • Ayudan a prevenir estreñimiento y favorece el tránsito intestinal
  • Ayudan a nutrir y diversificar la microbiota para que haya muchas familias de bacterias saludables y menos familias de bacterias que perjudican nuestra salud

¿Basta con tomar caldo de huesos por 3 semanas?

En 3 semanas seguramente vas a notar diferencias —incluso desde los primeros días puedes notarlas.

Dependiendo de tu caso, mejorar profundamente el sistema digestivo y la microbiota puede tomar más tiempo, en especial:

  • Si tomaste antibióticos en los últimos 6 años
  • Si tienes intestino irritable o intestino permeable
  • Si tienes alguna condición autoinmune
  • Si tienes infecciones virales, fatiga crónica, cándida, inflamación crónica, alergias alimenticias y otros temas de salud

Para darle un apoyo profundo a tu sistema digestivo (y por tanto a tu sistema inmune), hay que retirar todo lo que lo debilita (como alimentos procesados, azúcares, grasas artificiales, alcohol, estrés. etc.); reemplazar con alimentos de verdad; reinocular bacterias saludables (a través de probióticos y alimentos fermentados); y reparar los tejidos (tomando caldo de huesos y otros alimentos con afinidad por el sistema digestivo). 

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