Los POSTbióticos son tu farmacia personalizada, ¿ya los conoces?
¿Qué son?
Si los prebióticos son el alimento que necesita tu microbiota y los probióticos son microorganismos vivos (que ya están en tu cuerpo o que llegan a través de alimentos y suplementos), los postbióticos son todos los compuestos bioquímicos que producen estos microorganismos saludables dentro de tu organismo. Es tu microbiota haciendo su trabajo.
Y estos compuestos tienen distintas funciones y beneficios para tu organismo.
Entonces, los postbióticos son eso que queremos conseguir al incluir prebióticos y probióticos en nuestra rutina diaria.
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¿Qué tipo de compuestos incluyen?
Los microorganismos, como nosotros, se alimentan y producen sustancias como parte de su proceso metabólico. Esto incluye sustancias llamadas metabolitos, como ácidos grasos de cadena corta (SCFAs), enzimas, proteínas y péptidos.
Los postbióticos también incluyen materia de los mismos microorganismos, como componentes de sus paredes celulares y polisacáridos extracelulares.
Dependiendo de la definición, también pueden incluir los neurotransmisores que la microbiota ayuda a producir, como dopamina, serotonina y norepinefrina, que son esenciales para la salud mental.
Se ha encontrado que los postbióticos pueden tener efectos:
- Antiinflamatorios
- Inmunomoduladores
- Anti-obesogénicos
- Anti-hipertensivos
- Reguladores del colesterol
- Reguladores de la glucosa y el apetito
- Antioxidantes
Además, pueden mejorar el funcionamiento del cerebro, impedir que proliferen bacterias patógenas (como E. coli y Salmonella), ayudar a reparar las paredes intestinales, disminuir sensibilidades alimenticias y problemas en la piel, mejorar la función del sistema inmune y del sistema digestivo, contribuir a la diferenciación celular, ayudar a reducir tumores, impedir el desarrollo de condiciones autoinmunes y proteger el sistema cardiovascular.
En el futuro, es muy probable que este conocimiento se pueda personalizar para diseñar recomendaciones individuales para la microbiota de acuerdo a la salud de cada persona.
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Una nueva era para las ciencias del cuerpo humano
Los descubrimientos alrededor de la microbiota están definiendo una nueva era para las ciencias de la salud humana y para la medicina. Y aún falta mucho por conocer.
Sabemos que hay trillones de seres microscópicos viviendo dentro de nuestro cuerpo y que tienen 150 veces más información genética que la que contiene nuestro ADN humano.
Estos seres usan la información contenida en sus millones de genes para transformar los alimentos en cientos de miles de sustancias (postbióticos) que se comunican con nuestro sistema inmune, con nuestro cerebro, con nuestras hormonas y que intervienen en todos los procesos de nuestro cuerpo.
Es un catálogo extensísimo y aún por investigar. Por ahora, ya conocemos muchas cepas de microorganismos que producen postbióticos con beneficios para nuestra salud, y también conocemos los alimentos que le gustan a estos microorganismos saludables. ¿Sabes cuáles son? ¡Los prebióticos!
Y como te platicamos en el artículo anterior, los prebióticos son en su mayoría fibras no digeribles que están presentes en los vegetales.
La fórmula más sencilla es esta:
Mayor diversidad de vegetales en tu alimentación
Mayor diversidad en tu microbiota
Mayor diversidad de postbióticos benéficos para tu salud
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¿Un ecosistema diverso o en austeridad?
¡Queremos abundancia y biodiversidad! La diversidad hace que los ecosistemas sean más fuertes, saludables y resilientes, y esto aplica tanto para nuestro ecosistema interior como para nuestro planeta.
Para tener una microbiota diversa y saludable, necesitamos alimentos variados y cultivados en suelos ricos en nutrientes, con rotación de cultivos, libres de fertilizantes y pesticidas sintéticos, sin modificación genética, frescos y locales. Estas prácticas de agricultura sustentable favorecen la diversidad y la salud de los ecosistemas que habitamos.
El balance a nivel microscópico dentro de nuestro cuerpo está ligado con el balance en nuestro planeta.
Somos parte del mismo sistema de vida y nuestra salud está unida a la salud del resto de los seres con quienes compartimos hogar.
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Tu farmacia personalizada
La composición de la microbiota es única en cada población e incluso en cada persona.
Es casi una huella digital, pues define muchos aspectos de tu salud: cómo asimilas los nutrientes, qué alimentos se te antojan, si ganas o pierdes peso, qué enfermedades desarrollas y cuáles combates sin siquiera notar los síntomas, cómo funcionan tus hormonas y tus defensas, e incluso puede definir si tu estado de ánimo es más alegre o tiende a la depresión.
Por eso se dice también que tu microbiota (y los postbióticos que produce) es tu farmacia personalizada.
¿Y lo mejor? Puedes cambiarla, es adaptable.
Lo más inmediato es incluir una gran variedad de vegetales en tu alimentación, pues son los que contienen fibras que sobreviven a la digestión y llegan hasta tu intestino para servir como alimento para tu microbiota. Si solo comes 10 tipos de vegetales una y otra vez, los nutrientes disponibles para tu microbiota serán limitados. Y si regularmente comes alimentos poco saludables, es probable que aumenten las cepas de microorganismos poco saludables, que a su vez producen postbióticos con efectos dañinos.
En cambio, si incluyes una amplia diversidad de alimentos saludables, estarás nutriendo una gran diversidad de microorganismos saludables, que serán capaces de producir postbióticos con beneficios muy diversos para ti.
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¿Y cómo se ve eso en tu plato?
Un buen desafío es incluir al menos 35 variedades de alimentos saludables (que vengan de la naturaleza, sin procesar) en tu alimentación cada semana.
Esto incluye sobre todo verduras, pero también especias, hierbas, raíces, hongos y alimentos de origen animal, como carne de animales salvajes y orgánicos (pescados, mariscos, pollo, res, venado, conejo, búfalo, etc.).
Otra clave: incluye vegetales en todas tus comidas (sí, también en el desayuno y la cena) y procura que ocupen el 70% de tu plato.
Y afuera de tu plato… ¡también hay mucho que puedes hacer!
Sobre todo asegurarte de acostarte alrededor de las 10 pm y dormir 7 u 8 horas por noche, de mantenerte muy bien hidratado durante el día, de pasar tiempo en la naturaleza y llevar un estilo de vida activo, con movimiento constante y ejercicio que apoye a tu organismo (como yoga, HIIT o chi kung, por ejemplo). Además, introducir el ayuno intermitente y prácticas que te ayuden a regular el estrés también le encantará a tu microbiota.
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